El
fabricante prometió un superdeportivo en el Salón de Nueva York y apareció nada
menos que con una maqueta de espuma de polietileno en su lugar
porque “queda mucho trabajo por hacer
tanto en la carrocería como en el interior”. Más bien digamos que
optaron por huir de preguntas incómodas. Dicen que lo importante no es llegar
el primero, sino llegar, pero en este caso esa afirmación resulta ligeramente
discutible si vas a presentar un coche de producción capaz de batir
todos los récords de velocidad.
Respecto
a su diseño, sobran las palabras. Aunque se mantiene fiel a
los primeros teaser que
la marca nos enseñó, desde luego no es el deportivo más bonito del Salón. Si al
menos hubiéramos podido conocer sus detalles…pero no, ante los ojos de cientos
de personas apareció un trozo de espuma con fibra de vidrio mal
pintada en vez de cristales y un aroma a pintura en aerosol
todavía secándose. En él no había interior, ni luces, ni capó, ni
maletero, ni volante, ni puertas, ni frenos, ni un insignificante motor de pega
del que hablar. Muchos creíamos que se trataba de una
broma del April Fools’ Day.
Con
toda la expectación que habían conseguido generar en los días anteriores
al evento, llegando incluso a afirmar que querían iniciar la producción
este mismo año, vaya manera de echar por tierra un proyecto tan
suculento. Y es que este superdeportivo presumía de tener bajo el capó nada
menos que un propulsor V8 biturbo de 8,2 litros capaz de
desarrollar 1.700 caballos de potencia y un par máximo superior a los
2.000 Nm para llegar a los 466,71 km/h.
Junto
a este suculento bloque de gasolina encontraríamos, además, una transmisión
de doble embrague reforzada de siete relaciones, tracción a las cuatro ruedas y
frenos carbocerámicos firmados por Brembo para competir contra los grandes del
segmento, vehículos increíbles y, sobretodo, reales, como el Koenigsegg Agera o
el Pagani Huayra.
A pesar del manifiesto fracaso del que se han hecho eco numerosos medios
alrededor del mundo, Bryan Lyons, responsable de esta pequeña empresa
estadounidense, afirma que su compañía finalizará el
desarrollo del LM2 Streamliner este año, pasando a fabricarse
en Long Island y contando con el interés de compradores
potenciales de la talla de Shaquille O’Neal y Jay-Z. Habrá que esperar
a ver si finalmente el proyecto llega a hacerse realidad.
Fuente – Autonocion.