Según los fabricantes de neumáticos, esta revisión debería ser
aproximadamente cada dos semanas.
Además si entre revisiones detectamos una pérdida constante e
importante de presión, deberíamos ir a que nos revisen, puede estar
fallando (es fácil que se pierda presión por la válvula) o que tengamos algo
clavado en la banda de rodadura.
Pero no todo es la presión. También
debemos de tener el neumático limpio en la medida de lo posible. La
suciedad que se adhiere a la goma, generalmente el polvo que se desprende de
las pastillas de freno y que se queda impregnado en las ruedas, también
contribuye a un envejecimiento prematuro de estas. Si circulamos por zonas
embarradas o que recientemente han recibido una capa de sal para evitar el
hielo, también conviene pasar una esponja y agua fría.
Tenis que saber que hay productos que se
emplean para proteger las cubiertas. Una vez aplicado en los flancos, este
producto protege la rueda de la suciedad y además, le da un aspecto brillante
muy atractivo.
Y
ya que nos agachamos a limpiar las ruedas o a mirar la presión, aprovechamos
para comprobar el desgaste. Recuerda que está prohibido circular con menos de 1,6 mm de dibujo y que existen testigos a lo largo de toda la banda de rodadura
que nos indican el límite de desgaste.